domingo, 26 de mayo de 2013

 Corrí a buscarte, pero llegaste antes a donde yo estaba. Tenía tantas cosas que decir, pero de mi boca no brotaron las palabras. Disculpa, tal vez esperabas algo más elaborado. Yo solo se que te amo. No tengo otra razón para amar que amarte a ti. ¿Qué quieres que te diga además de que te amo, si lo que quiero que sepas es que a pesar de todo, aún te amo?

martes, 14 de mayo de 2013

Me gusta. ¿Qué te puedo decir? Me atrae. Me simpatiza. Me cae en gracia. En cualquier idioma es la misma cosa, el mismo sentimiento, la misma locura.
Hay un silencio perturbador, es el que deja una persona cuando fenece.  Sonidos  que no vuelven, por mucho que queramos oírlos.  Es una voz que se deja de escuchar y que  muchos temen olvidar.  Es una falta en tu vida que  no se puede llenar. Lo definitivo asusta porque no se puede cambiar, sucede un día porque si  cuando nunca pensamos que pasaría o veíamos lejano. La frase todo vuelve pierde cierta credibilidad en el momento que  nos damos cuenta de que las charlas con esa persona no vuelven,  que su compañía no vuelve y que en realidad nunca volverá, no por una decisión si no por que la vida quiso que sea así.  Mientras la realidad atropella, se descubre el sonido del silencio. Tanto temor al silencio tiene un fundamento, cuando  no se pronuncia  pareciera que no  existe  y si no existe se genera un vacío. No es imprescindible asignar  palabras a todo, hay cosas que simplemente no se escuchan con los oídos pero si con el alma. La vida va mas allá de todo tipo de  explicación,  al fin y al cabo  lo relevante es aquel ruido antes y luego del silencio. Dedicado a todas aquellas personas que no volverán pero supieron despertar amor en los demás y eso queda  para siempre.

lunes, 13 de mayo de 2013