domingo, 15 de julio de 2012

Si me abandono en la corriente de la vida, si dejo que me arrastre, tal vez me lleve por aguas turbulentas, tal vez desemboque en cataratas, o tal vez encalle en tu orilla y me seque al sol durante el resto de mis días.

lunes, 2 de julio de 2012


No sé realmente quien soy, que siento, que podré llegar a ser y que quiero.
 Soy de esas personas que escuchan miles de problemas, pero luego les cuesta explicar con todo detalles los suyos. Me refugio en mis pensamiento, en mis sueños, en mis deseos por llegar a ser alguien querido. No por miles de personas si no por alguien especial. Invento miles de historias en las que yo soy la protagonista, yo y nadie más. Yo controlo mi vida en esas historias y escucho lo que quiero escuchar. Quizás no sean tan perfectas como las historias de los libros. Personas imperfectas, historias imperfectas. Llenas de equivocaciones pero tambien de deseos. No son solo historias, son sueños, sueños que intento que se cumplan pero a cada paso que doy, van desvaneciendose entre lagrimas, gritos y miedos. No soy lo suficiente fuerte como para controlar mi vida, pero siempre me quedaran los sueños. 
Tendrás que soportar día tras día mi molesta risa y desde por la mañana temprano me escucharás darte la lata con miles de batallitas del día anterior. Tendrás que venir siempre a recogerme ya que cuando menos haya que moverse mejor. Tendrás que aguantar todas mis rabietas, mis gritos y mis quejas. Tendrás que secarme las lagrima y tendrás que animarme cuando todo sea realmente una mierda. Tendrás que quedarte siempre que te necesite y me tendrás que acompañar hasta la mismísima puerta de mi casa para no aburrirme al volver. Tendrás que elegir donde ir y que hacer, ya que no soy muy original. Tendrás que buscarme cuando esté perdida y tendrás que llenarme el móvil de mensajes y llamadas todos los días. Tendrás que decirme te quiero, pero no te amo hasta que de verdad no lo sientas. Tendrás que tratarme diferente a las otras, demostrándome que soy única para ti. Tendrás que pintarrajearte las manos con mi nombre. Tendrás que picarme con las tonterías más absurdas. Tendrás que hacerme reír siempre que me veas un poco triste. Querré ver tu sonrisa, incluso en tus peores momentos. Te olvidaré y tu tendrás que hacerme recordar. Te escucharé, pero solo si lo que me cuentas me interesa. Tendrás que decirme guapa, hasta que de verdad me lo crea. Tendrás que sorprenderme cada día con algo nuevo y tendrás que besarme cuando me sienta sola. Tendrás que enamorarme, como mínimo dos veces al día. Tendrás que acordarte de mi cumpleaños,  de nuestro primer beso y de nuestras peleas. Tendrás que enseñarme que el amor si que existe. Si me quieres, te pediré todas estas cosas, pero a cambio, seré tuya por siempre. 

- Para ella te conviertes en una costumbre, en algo que poco a poco empieza a formar parte de su vida.
Cada día recibe una frase, un pensamiento bonito sin ninguna insinuación...
Después, de repente, paras. Durante un par de días, nada, ni un mensaje. Y ella se da cuenta de que te echa de menos, de que te has convertido en una cita inalterable, en el momento esperado, en el motivo de una sonrisa. Entonces vuelves a escribir y te disculpas, te justificas diciendo que has tenido un problema y le haces una pregunta muy simple:
"¿Me has echado de menos?" sea cual sea su respuesta, la relación ya ha cambiado.
- ¿Y si no contesta?
- Eso tambien es una respuesta. Significa que tiene miedo. Y si tiene miedo es porque puede ceder. Entonces puedes arriesgarte y decirle: "yo sí te he echado de menos." y sigues avanzando.