lunes, 26 de septiembre de 2011

Había pasado mucho tiempo desde aquella, desde que se marchó de enfrente de mi casa, desde que dejamos de pasar todas las tardes juntos en el césped de su jardín, desde que alguien me hizo sentir que era lo único importante y que servía para algo. Había pasado mucho tiempo desde que me saludaba desde la ventana de su habitación y me decía: "Ven, ven, tengo tiempo para ti. Todo el que quieras" Y perdíamos el tiempo, había pasado mucho tiempo desde que yo apoyaba la cabeza en su pecho y le contaba los lunares del brazo, y dibujaba una línea con mi dedo por todo su cuello, desde la comisura de su boca hasta el hombro.
Había pasado mucho tiempo, para él, yo debía ser un capítulo cerrado y sellado, sellado por el comienzo de otro. Que razón cuando dicen que no se sabe lo que se tiene hasta que se pierde, no te supe aprovechar, y si, lo siento.
Dicen que el tiempo lo cura todo, y puede que sea verdad, pero soy incapaz de quedarme mirando y esperando, en mi caso, está tardando demasiado. Te echo de menos. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario