lunes, 26 de septiembre de 2011

Sus ojos entrecerrados y su pelo ondulado me hacían temblar de la emoción. Emoción por verlo, por respirar el mismo aire que él y pronunciar palabras que una vez ya él lo había hecho. Sus latidos los sentía cómo de un felino fuera y mi olfato de humano percibía el shampoo de su pelo.  Él hablaba de imposibles yo  hablaba de posibilidades. Él decía que era imposible enamorase y yo que tan sólo bastaba una hora y una persona adecuada para hacerlo. Él decía que volar no se podía, y yo busqué unas alas y fabriqué un avión. Imposible era llorar y reír, saltar y cantar, comer y hablar…. Pero nada es imposible si se hace con el corazón. Aquí estoy, sosteniendo mi alma y armando mi corazón, mientras oro por dentro sin mostrar señas de dolor, mientras mis ojos bailan la danza de un horror y mientras mis sollozos llantos se ahogan entre peces sin oxígeno. Imposibles las cosas que me dices, imposible estar sin tu amor, imposible reír sin ti, imposible dormir en una cama vacía. Pero si hablamos de verdaderos imposibles y de cosas que no podrán ser aunque me empeñe en tapar el sol con mi dedo índice…. Imposible, imposible eres tú. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario