martes, 22 de noviembre de 2011

Durante todo este tiempo te he esperado, lo sabes. He soportado lo insoportable. Me he reflejado en tus ojos aún cuando no me estaban mirando, me he enamorado de cada marca de tu piel, de cada huella dactilar, de cada suspiro. No es algo de lo que una se sienta orgullosa, ¿sabes? Porque cuando alguien se esfuerza al 100% en algo, espera tener un resultado, algo que te haga sentir que ha valido la pena, pero cuando el esfuerzo es en vano te sientes como una mierda. No te culpo, bueno un poco sí, porque en tu mano no está quererme, si no lo haces no puedo forzarte, pero también es verdad que podías haberte portado mejor conmigo, haberme sido sincero desde el primer momento, haberme dicho lo que pensabas de mí, TODO, por muy doloroso que fuera. Porque ahora mírame... Lo sé todo, lo que me has dicho y lo que no, y cuando comparo declaraciones me doy cuenta de que en realidad no me mentiste, simplemente me ocultaste la verdad. Tenía que haberlo sabido, no podía ser todo tan bonito. Ya no pienso tanto en ti, o al menos si lo hago no me fijo, porque ya me he acostumbrado a soñarte. Recuerdo el dolor que sentí una vez, porque me desperté, había soñando contigo y al despertar me puse a llorar, me dolía tanto haberme despertado, darme cuenta de que era un sueño solamente... Ahora no dueles tanto, eso me alegra, ver que las cosas poco a poco se superan, o te habitúas a ellas... 
Lo que sí me duele aún es pensar en esa época en la que me tenías tan ilusionada.




Típicas cosas que dejan cicatriz

No hay comentarios:

Publicar un comentario