martes, 20 de diciembre de 2011

Odio la gente que solo se divierte riéndose de los demás. Detesto todos esos que se ciegan ante las virtudes, para ver solamente los defectos de la gente. Me canso de escuchar siempre las típicas tonterías y bromas hacia mi. Me canso de que siempre me repaséis de arriba a abajo más de dos veces para encontrarme algún defecto, algo para criticarme. Si tantas ganas tenéis de reír, poneros en frente del espejo, cerrad los ojos y al abrirlos y veros ahí, reíros de vuestra cara. Que por llegar, no me llegáis ni a la suela del zapato. Podéis ser mucho físicamente(o eso creéis vosotros) pero nada es más triste que vivir sin corazón. Y vosotros, a diferencia de mi, os sobran palabras inútiles y os falta inteligencia y corazón. Y que yo también sé criticar, y hacer cerrar bocas que no deberían haber sido abiertas.

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