lunes, 16 de enero de 2012

–¿Qué tal si fingimos que nunca ha ocurrido?
–¿Tan mal te ha sentado?
–No.
–Entonces...
–Entonces nada. 
–Está bien. Imagina que no estoy aquí. Imagina que jamás te pregunté por aquel libro que no leías, que nunca te invité a un café. Imagina que hoy no llevo este vestido porque sé que te gusta. Imagina incluso que no te gusta, ni el vestido ni yo. Destruye tus recuerdos y destruye tu persona de nuevo. Tal vez así, dejarías de llorar para siempre y alcanzaras la felicidad.
–¿Por qué eres tan cruel conmigo?
–Porque tú has estropeado el recuerdo de la mejor noche de mi vida pidiéndome que finja que no ha sucedido. Tal vez tú puedas imaginar que no he existido pero tú has encajado tus lágrimas en algún punto de mi existencia y te has hecho imprescindible para mi.

No hay comentarios:

Publicar un comentario