jueves, 15 de marzo de 2012

Viniste a hablar conmigo y yo fui incapaz de articular palabra… Te quiero mucho, pero no sé qué me pasa que no puedo decírtelo. Siento como que en el momento que te lo diga dejaré de sentirlo. Siempre has estado al pie del cañón esperando mi respuesta y yo simplemente e alargado esto porque tengo miedo, miedo de que mi felicidad dependa de ti, miedo de que me dejes en la estacada otra vez. Ni siquiera he podido dormir, no dejo de pensar que he desperdiciado la última oportunidad que tenia. Me dijiste todo y no te conteste y te fuiste, me quede con los ojos llorosos e hice intención de correr detrás de ti, pero no fui capaz… Perdóname, una vez más.  

No hay comentarios:

Publicar un comentario