Aquel día, esperándote en aquel bar, conocí a un chico. Era más educado que tú, mas simpático, y, sobretodo, más bonito. Me invitó a tomar algo, y, mi vida, compréndelo, llevaba más de una hora esperando.... creyendo que no te importaba. Ahora lo comprendo. Era cierto que no te importaba.
No hay comentarios:
Publicar un comentario