miércoles, 28 de marzo de 2012

Dicen que el tiempo todo lo cura, que lo que hoy parece un mundo mañana solo será un mal recuerdo, que algún día el corazón lo dará por muerto y tú cabeza se encargará de olvidarlo. Quizás el día de olvidar no sea hoy, y posiblemente mañana tampoco lo sea, pero  quizás en uno, dos, tres años lo que hoy te atormenta, tan solo te resulte indiferente. Que habrá un momento en el que te des cuenta de que todo lo que paso, tuvo algún motivo escondido, que algún día te des cuenta de que ese futuro no era para ti, que la vida tenía otros planes en los que te toca apretar los dientes y luchar por tu felicidad. Pero mientras ese momento llega,  las lagrimas son irremediables, las ganas de desaparecer continuas, las sonrisas fingidas y los recuerdos balas en el corazón.  Te entretienes buscando el momento en el que tu felicidad se vino abajo, el momento en el que todo tu mundo se derrumbo, buscas una y otra vez en que fallaste y no encuentras nada, absolutamente nada. Piensas que lo has dado todo, pero ahora ya no tienes nada, estas vacía, y la única fórmula para recomponerte ya no está disponible.

No hay comentarios:

Publicar un comentario