sábado, 16 de marzo de 2013
Todavía que resisto a la absurda tentación de pisar el freno y pasarla bueno, disfrazarme de alguien que no soy. Todavía tengo amigos que me quieren como soy; siempre un poco loca y todo lo que toco, lo quiebro y pido perdón. Y acá me vez, escapándome al fuego que sigue quemando; esa oración: libertad, ansiedad, un amor, soledad, y así vivir mucho mejor. Todavía siento ganas de llamarlo alguna vez, y decirle que cuando él se fue, un viento me arranco de pie. Todavía que respiro, nene, cuando salgo a nadar, por un mar oscuro donde todo es duro y el agua se hace cristal. Todavía que me río del amor, del café y de dormir; y si lo sufrí fue casualidad, un error nunca te hace mal. Todavía que te quiero y no quiero quererte otra vez, pero si con vos tanto me alejé que volé y jamás regresé.
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